Cuando empezamos a cantar y hasta que no se convierte en algo habitual, es complicado controlar el sellado de las cuerdas vocales. Hemos de pensar que nuestras cuerdas vocales son un músculo más y que también necesitan un tiempo para entrenarse y constancia para mantener su tonificación, así que es normal que cuando empieces a cantar la mezcla entre cantidad de aire y cantidad de voz no esté bien balanceada. La parte del registro que normalmente más sufre de exceso de aire son los agudos ya que es una zona menos usada en nuestra habla diaria y que nos costará más “domesticar”. Es por ello que muchas veces cuando los alumnos empiezan a cantar y pasan al registro de cabeza o falsete, el exceso de aire hace que la voz suene débil, floja, sin potencia…y eso hace, que mentalmente, nos opongamos a cantar en este registro y optemos por hacer canciones enteras con voz de pecho (incluso cuando eso nos lleva a forzar la voz). 

Ahora bien, si nuestra voz hablada habitual tiene ya mucho aire (y llevamos así mucho tiempo) eso podría ser un signo de alguna patología en las cuerdas vocales, pero son casos menos frecuentes. Evidentemente, en caso que tengas mucho aire en la voz hablada o puedas sospechar que tienes algún tipo de daño vocal siempre debes consultar a tu médico especialista.

Para solucionar el exceso de aire en nuestra voz tenemos que aprender a conocer y controlar: la presión subglótica (ese aire que se queda almacenado debajo de nuestras cuerdas vocales justo antes de empezar la fonación), la buena colocación de la voz (fonética adecuada), el twang (voz con resonancia nasal), los ataques sin aire o el control del volumen de tu voz. Como puedes ver son varios conceptos que pueden resultar complicados de controlar sin un especialista en voz ya sea hablada (foniatra o logopeda) o cantada (profesor de canto) que te guíe y te ayude.

¿Tienes aire en tu voz cantada?