Este pasado sábado asistimos a una masterclass del vocal coach Greg Enríquez. Para los que no le conozcáis os diremos que fue unos de los alumnos de Seth Riggs (clicka aquí para acceder a Wikipedia de Seth Riggs) y ha colaborado con artistas famosos como la propia Celine Dion.

Evidentemente, cuando hace unos meses encontré el anuncio de esta masterclass y la apertura de inscripciones, he de confesar que no sabía ni siquiera quien era Greg Enríquez. ¿Qué es lo primero que haces cuando se te presenta una masterclass así? buscar información del tal Mr Enríquez. Era evidente que se dedica al vocal coaching por todo el mundo, ya que aparece ofreciendo workshops y clases privadas desde Rusia hasta Japón y ha sido vocal coach de grandes estrellas de la canción, según su bio.

Nos apuntamos con meses de antelación siempre con la esperanza de aprender nuevas técnicas vocales que me ayudaran tanto a nivel personal como cantante como a la hora de poder resolver con mayor facilidad y celeridad problemáticas y dificultades de mis alumnos.

Toda la información que habíamos recopilado sobre Greg Enríquez durante estos meses nos indica que forma parte de la metodología de vocal coaching iniciada por el mismo Riggs,  “Speech Level Singing”, pero sólo empezar la masterclass el propio Enríquez nos advierte que ya no tiene nada que ver con Seth Riggs, que no podemos usar ni su nombre ni su imagen ni hashtags que lo asocien y en ningún momento se usó el concepto “Speech Level Singing”.  No os negaré un poco de decepción en ese momento.

Como en todos los talleres de canto, no podía faltar un inicio al más puro estilo “repaso anatómico” que siempre es necesario y nos ayuda a situarnos. Recordemos que para los cantantes, nuestro instrumento se halla escondido dentro de nuestro cuerpo, por lo tanto el acceso a la voz queda cerrado y expuesto a sensaciones, imagenes y un enorme conocimiento de la anatomía del aparato fonador humano para llegar a avanzar de manera favorable a un mejora en la técnica vocal y el uso de la voz cantada (o hablada).

La explicación teórica de su pedagogía vocal es más bien tirando a breve, se basa en el passaggio. ¿Qué es el passaggio? ¿Cómo lo definimos? El cuerpo humano usa dos resonadores básicos para la voz, tanto hablada como cantada: el esternón y la “masquera”. Tanto en hombres como en mujeres, la voz grave resuena en el esternón y la aguda en unas pequeñas cavidades situadas en en la parte ósea de los pómulos, es decir en la parte facial de la calavera, que actúan como pequeñas cajas de resonancia para los sonidos que emiten las cuerdas vocales. Es muy importante destacar el movimiento que se produce en las cuerdas vocales cuando cambiamos de resonador. Cuando emitimos sonidos graves las cuerdas vocales están en posición totalmente horizontal y en estado relajado y flácido, a medida que los tonos van siendo más altos, las cuerdas vocales se van estirando cada vez más (como cuando jugamos a emitir sonidos con un globo, como más estiramos la parte por donde soplamos el globo vemos que más agudo suena cuando sale el aire). Las cuerdas vocales para emitir sonidos agudos se han de estirar e incluso hay un leve movimiento de balanceo frontal del cartílago tiroides que hará que ganen espacio para poder estirarse más. Es este paso de una posición a la otra, de un resonador a otro, el que recibe el nombre de passaggio, puente, transición, zona de cambio…y que es uno de los grandes caballos de batalla de todos los cantantes que empiezan.

Os dejamos estos dos videos que os ayudarán a ejemplificar mejor esta explicación sobre el passaggio y el cambio en las cuerdas vocales.

La mayoría de problemas de los cantantes que se inician en la técnica vocal se encuentran que este cambio, el passaggio, les suena adusto, no sabe muy bien qué hacer en esa zona, les suena mal, salen gallos, aire, vamos como me gusta decirles a mis alumnos de Canto Con Clase, es su “territorio comanche”. Pues bien, la masterclass de Greg Enríquez, se basó en gran parte en intentar poner solución a esta zona de cambio. Hasta ahí todo correcto, pero como él mismo reconoció y explicó en la masterclass, si uno de los grande handicaps de todos los cantantes es que nuestro instrumento es interno y por tanto debemos tener un GRAN conocimiento de cómo funciona, ¿porqué no dar toda la explicación previa del cambio de registro?¿porqué empezar a sacar a alumnos a hacer ejercicios duros sin antes explicarles qué está pasando en su garganta? Creo que es importante para el cantante poder visualizar todo aquello que ocurre dentro de su instrumento.

Posteriormente, los alumnos que se prestaron (pagando un extra en el precio  de la inscripción a la masterclass, por otra parte, algo habitual en algunas masterclass y cursos de canto) fueron haciendo sus ejercicios y mostrando sus dificultades en la zona del passaggio o en el vibrato. Mayoritáriamente el problema era, como bien explicó Enríquez, una falta de soporte muscular (y yo añado: respiratorio, de presión subglótica) en las cuerdas vocales a la hora de superar la zona de cambio. Los alumnos normalmente, muestran una voz de pecho (grave) fuerte y resonante (ya que al ser nuestra voz hablada, la controlamos de maravilla) pero al producirse el paso a los agudos la voz se convierte en débil y con aire (poco soporte muscular y respiratorio), cuando no, quebradiza y propensa al gallo (exceso de fuerza muscular y presión sobre las cuerdas vocales). Clara falta de consistencia muscular y de soporte. Para Enríquez la solución venía en aguantar el soporte muscular de las cuerdas vocales en el cambio. Correcto. Dicho esto una vez más nos encontramos ante una clara falta de información. Terrible falta de información. Este soporte muscular se consigue a través de la presión subglótica del canal de aire que sube desde los pulmones (aire que se queda retenido debajo de las cuerdas vocales preparado para salir en forma de sonido) y por el twang (podéis consultar mi artículo referente al twang y como se produce, pinchando aquí) ya que de esta manera se estrecha el embudo epiglótico y la voz sale más direccionada hacia el resonador nasal. Con el twang la voz gana consistencia, encontrando así la voz mixta (que usa el resonador faríngeo) y que nos libera el cuello de tensiones. A esta voz mixta él la llama, primera transición. Pues toda esta explicación quedó absolutamente obviada frente a alumnos poco experimentados que deseaban aprender cómo hacer las cosas correctamente y de manera sana.

Una vez más os dejamos un vídeo para ejemplificar sonoramente la voz mixta (y de paso, diferenciarla del mal hábito del belting forzado).

Un punto a favor de la masterclass de Greg Enríquez, sería la división de la escala vocal en diferentes transiciones, cosa que sí resulta pedagógica de cara al alumno que está aprendiendo para ver los cambios de registro y los diferentes emplazamientos de su voz según los resonadores que use:

Resonador de pecho (esternón) voz grave  → 1ª transición de voz grave a mixta → voz mixta (resonador faríngeo y tonos medios de la voz) →  2ª transición de voz mixat a falsetto/ voz de cabeza → voz de cabeza o falsete, resonador de la masquera para la voz aguda.

Estos cambios están muy bien ejemplificados en el vídeo que habéis visto arriba, donde la chica nos enseña sonoramente los diferentes cambios de resonador.

Otro punto a favor de la masterclass de Greg Enríquez es la insistencia que los vocal coach ponemos sobre la necesidad de cambiar los sonidos de los fonemas que emitimos para emplazar bien la voz en las cavidades bucales y fonadoras a la hora de cantar y evitar así, lo que conocemos por “tirar del cuello o la laringe” al cantar. Aprender a cantar supone un esfuerzo de aprender nuevas sonoridades como si del aprendizaje de la dicción de un nuevo idioma se tratara.

Bueno, en resumen, y siempre hablando a nivel personal, como cantante y como vocal coach, puedo decir que si bien saqué algunas ideas frescas para usar con mis alumnos de Canto Con Clase, la mayoría de la masterclass me resultó algo decepcionante. Quizás iba con demasiadas expectativas sobre novedades o técnicas que me pudieran ayudar como cantante o bien a comunicar conceptos con palabras o ejercicios que muchas veces resultan complicados o demasiado conceptuales e inaccesibles. Como dijo Shakespeare: Much ado about nothing.