Workshop: Pánico escénico y Performance

Una gran cuenta pendiente de todo cantante es prepararse vocalmente para poder hacer su trabajo de manera correcta, sana y segura. Conocer su voz, su cuerpo y su aparato fonador. Pero otro “must” es: el escenario, y eso ya son palabras mayores.

Hay algunos artistas, que debido a su personalidad y a su gran seguridad en ellos mismos, se desenvuelven fácilmente y de manera natural desde el primer momento, pero no siempre es así, es más, en la mayoría de casos es todo lo contrario, hay cantidad de casos como Adele, Pastora Soler, Robbie Williams, Axl Rose…incluso en el caso de Pastora Soler, le obligó a retirarse de los escenarios ya que el problema llegó a niveles de afectación personal.

Porque entendemos que una cosa es el pánico escénico, otra, el respeto al escenario y otra, no saber qué hacer una vez ya estás encima del escenario. Todos hemos pasado por los tres nivel en alguna ocasión y hay que saber gestionarlo de una manera u otra. Teniendo en cuenta que cada persona es un mundo y lo que pasa por nuestra cabeza es diferente, te daremos diferentes herramientas para que elijas la que más se aproxima a tu personalidad y la puedas usar llegado el momento. Disfruta del escenario, no lo sufras.

Hace mucho tiempo que muchos alumnos de Canto Con Clase, me piden soluciones a este problema, ya que dos veces al año han de subirse (de manera SIEMPRE voluntaria) al escenario con la banda y defender su canción. Es en eso momento que tienes todos los ojos centrados en ti y que tus nervios pueden afectar a todo el trabajo vocal positivo y constructivo que has estado haciendo hasta ahora y arruinarlo por completo. Así que me puse manos a la obra elaborando este taller especializado para cantantes.

Una vez te subes al escenario todo cambia: nervios, ¿qué hago con el micro? , ¿me siento o me quedo de pie?, tengo la voz y el cuerpo poco preparados, ¿qué le digo al público si no me atrevo ni a mirarlos?, no me oigo y estoy desafiando, me he quedado paralizad@ y me he olvidado la letra… Y no nos engañemos, todo el mundo te está mirando.