De la milenaria tradición china podemos recoger muchos conocimientos que nos ayudaran en nuestra práctica del canto. Ejercicios de respiración que no sólo nos facilitaran la respiración diafragmática si no que nos ayudaran en la relajación de cuerpo y mente ante el estrés que el hecho de salir y cantar ante el público nos provoca a la mayoría de nosotros. Una de las mejores conceptos que podemos sacar de la tradición china es el concepto del Chi Yi. Un método de respiración profunda que nos conecta con nuestro centro de energía vital, nuestro combustible, nuestra fuente interior, el «Chi».  Hace no mucho tiempo, las sociedades occidentales hemos descubierto los beneficios del yoga, el ti chi, las artes marciales…y en todas ellas la respiración es una parate esencial, si no la primordial, como base de nuestro estado emocional y físico. Según la tradición china, el «chi» se encuentra a 5-12 cms por debajo del ombligo y es donde se coordina todo el equilibrio de nuestro cuerpo, tanto emocional como físico.  Respirar sólo con lo que llamamos, la parte alta de los pulmones, no siempre nos será lo más útil cuando lo que queramos es buscar una relajación profunda, cuando busquemos disipar nuestras preocupaciones y nuestro estrés. Respirando profundamente y intentando, mentalmente, llevar nuestra respiración hacia el núcleo de nuestro cuerpo, nos llevará a una respiración más profunda, a una mejor oxigenación de la sangre y de los órganos. Con este tipo de relajación, no sólo hemos de conseguir cargar de energía el núcleo, si no también relajar y disipar la tensión muscular de las extremidades y resto del cuerpo.     Imágenes mentales En la práctica del canto, es indispensable conocer técnicas de respiración profunda, diafragmática, donde aprendemos a controlar nuestros pulmones, nuestro diafragma, nuestras costillas flotantes…pero no es fácil controlar algo que no vemos, que ni siquiera sabemos si está ahí…para ello, con mis alumnas intento usar imágenes mentales que nos puedan servir para llevar el aire que inspiramos y expiramos, al lugar exacto donde ha de ir.

  • El Cuentagotas: imaginamos que dentro de nuestro cuerpo hay un cuentagotas en posición inversa (imagen). Cuando inspiramos se llena la perilla, cuando expiramos la exprimimos.  La perilla se encontraría situada en la zona de nuestro diafragma y vísceras. Cuando inspiráramos llenando el abdomen, activaríamos los músculos abdominales, pulmones, costillas flotantes e incluso dorsales, se activan y dilatan para dar espacio al aire que entra (siempre en una postura cómoda y no forzada) y cuando lo espiráramos, la columna de aire se impulsaría por laringe, faringe hasta las fosas nasales y la boca, creando así un círculo de entrada de oxigeno y salida de dióxido de carbono a través de la espiración.

cuentagotas

  • El Acordeón: Los pulmones son un acordeón en vertical. Al inspirar se expande el muelle y al espirar se cierra.

acordeon

  • El globo: Nuestros pulmones son la «barriga»  del globo y la boquilla estaría en la zona de nuestra laringe.

globo

  • El Embudo: la caña del embudo iría de nuestra boca y nariz hasta el inicio de tráquea donde se iría expandiendo.

embudo